Receta 1.1

 No encontré un recetario exacto, pero lo intento: tomé una taza de aire, una pizca de valor y revolví despacio con palabras simples. Agregué una cucharada de tus sonrisas, un poco del temblor que me da cuando estás cerca, y puse todo a fuego lento, como se empieza a cocinar el amor: sin prisa, con cuidado.

No sé si esto se sirve en taza, en carta o en silencio, pero lo dejo aquí como quien deja un pan tibio sobre la mesa. Me gustas. Y si tú también quieres, podríamos seguir preparándolo juntos… sin recetas, con las manos limpias y el corazón dispuesto.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Besos y estrellas

Hoy

Tan solo