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Mostrando las entradas de noviembre, 2020

Sin nombre

Somos dos momentos, dos viajeros en el tiempo, un suspiro y un respiro, un eterno grito que se queda mudo y que quiere que el mundo se entere que está vivo, quiero estar adentro y quiero que tú no quieras salir, deja que seamos uno, que tu vida y la mía sigan enlazadas, fugándose, sometiéndose, amándose, no se si la puerta pueda contenernos, no se si el grito sea continuo, no quiero saber si estamos vivos, solo ser lo que el destino quiso, ya sea un momento, un respiro, un destino, un fino vino, o esas letras que al gustarse hacen nacer un sonido, no pienso más que en nuestro camino, en aquello que para todos es solo un sonido.

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No tengo palabras para expresar mi sentir hacia ti, solo alcanzo a ver un poco de toda tu belleza y ya estoy hipnotizado, tu fuerza me despierta todos los días y esa sonrisa me mata y me revive cada vez que se asoma, eres un sol que brilla a pesar del clima, eres un poema, eres Alegría, no puedo agradecer más a la vida y al destino, que seas tú quien esté en mi vida.

Oscuridad

Siempre miro tus ojos en la oscuridad, un par de lunas que juegan con mi cordura, dejándome ver los fantasmas de noches que se marchitaron en el recuerdo sin retorno de esos besos que fueron fuego y que a cada caricia reviven desde dentro de los dos y nos consumen en el roce la piel y en baile de los labios que sienten latir el corazón desde la lengua hasta la punta de los pies, haciendo que poco a poco nos quememos juntos en esas lunas ficticias que son tus ojos, que me miran discretos y me tienen perdido en ellos, en la oscuridad de de cada aliento y cada uno de tus parpadeos.

Marea

Hoy perdí tu mirada, esa hoja que cae lentamente desde el árbol, dos ojos que son como el fondo de la botella de mi más delicioso licor y que me dicen en un parpadeo sigue y al siguiente no saben ni quién soy, hoy me quede con tu voz en el pecho, ese desfile de luces y colores que solo alumbran a los ciegos y me dejan perdido en el mar de mis nostalgias, buscando el barco que me lleve a tu puerto, hoy no supe nada de tu piel, ese camino por explorar que inflama mi deseo y te pude aunque sea un roce para seguir cuerdo y no ubicar el recorrido de nuevo, dame una pista, dame un aliento que me diga que eres mía, por lo menos que yo sepa que tengo la brújula adecuada y que mi esfuerzo verá un poco de tu silueta, si me dices que espere lo hago, si me dices que muera yo lo intento, pero que sea de día, para poder ahogar mis sentimientos en toda la marea que es tu cuerpo entero.