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Mostrando las entradas de octubre, 2020

Ellas y tú

Al mirar esta noche el cielo encontré entre las estrellas un consuelo, palabras dichas en noches pasadas, en veladas con los sentidos perdidos y las bocas ocupadas, las estrellas, ellas mudas testigos de lo que pasaba debajo de las sabanas, sin saber los destinos, sin conocer a los amantes, solo grabando en su infinito aquellas apasionadas conversaciones, llenas de sonidos de dos amantes, hoy lo recordaron por mi, lo vivieron por mi y los sentimos a cada palmo, una noche estrellada llena de tus caricias y de mis labios rozando sin vergüenza cada centímetro de tu tacto, me amaron como tú y me dejaron solo en mis recuerdos ahogado, esperando que el tiempo se congele y seamos nuevamente esos dos amantes para ellas, dos extraños.

Hambre

Ven a mi hermosa mujer, te comeré beso a beso y disfrutaré hasta el último de tus huesos, beberé tu sangre sin desperdiciar gota alguna, vivir de noche entre las nubes y la luna, esperando el momento de verte renacer, desearte y volverte a comer, hacer de esto una comunión que nos une en gula y pasión, tanto disfruto morderte y tenerte dentro de mi, como tú me buscas y me dices con detalle cómo morderte y en donde tocar para sabotearte, deja que las bajas pasiones fluyan y así dentro de los libros prohibidos, vivir este magnífico amor, una canibal adicción.

Motivo

Hoy quiero quitarme el miedo a tu voz, respirar con tranquilidad cada vez que estás cerca, mujer mágica, ayúdame a vivir, dame más razones para seguir y piérdete junto conmigo en la burbuja de este amor, déjame explorar tu boca, esa fuente de deseo que cada vez que me llama me provoca, dejándome ciego con tu magia, atrayendo cada vez mi vida hacia la tuya, déjame ser quien te escriba más letras y llene con tu nombre los más épicos poemas, rodeada de luces de colores y palabras con sentido, déjame herido, sin más remedio que la muerte, a tu lado y que no sea indiferente, déjame vivir enredado en los hilos de tus manos y ser siempre aquel deseo que aún no te has formulado.

De par en par

Vamos a mirarnos sin vernos, aunque solo seamos cicatrices y huesos, ventilando aquellos humores viejos, esos besos tiernos y caricias olvidadas, vamos a simplemente mirarnos de lejos, desnudos y sin escudos, solo dos almas recién nacidas que buscan en el pecho del otro el calor de la vida, que solo se tienen uno al otro en medio de una tormenta de realidades y sin mentiras, vamos a mirarnos sin deseo, que el fuego nos consuma primero, ser más que el viento, ser una tormenta de emociones, que vibran, que sienten a pesar de no tener cuerpo y que se aman con los ojos del otro, vamos a mirarnos realmente y ser solo nosotros.

Oírlo

Ven y dime qué no me amas, que solo son fantasmas los que te persiguen desde ayer, que las miradas están cansadas, los labios agrietados y con ese dolor de extrañar los míos que sabían a miel, dime qué mis manos no te cubrían, no te daban calor y deseo y que no morías por un roce mañanero, dime que soy solo una ilusión, ese mal trago que tomaste y un camino que no volverás a pisar, dime algo, lo que quieras, dime algo, qué tal vez es un error, dime algo, algo que rime con amor.

Apetito

Vamos a mirarnos un momento, un breve instante que para nosotros es eterno, vamos siguiendo el cielo, el camino lento que nos deja disfrutar más a cada uno de nuestros cuerpos, vamos a comernos despacio, saboreando cada beso, cada bocado, esperando que el dulce nunca acabe, que siempre inicie a cada movimiento de nuestros dedos, buscando nuestras manos, deseando nuestros cuerpos y tocando los momentos que se quedaron impregnados en nuestra piel desde la primera noche de nuestro amor eterno.

Fácil

No necesitamos tocarnos para sentir que nos amamos, no necesitamos mirarnos para saber que estamos juntos, no necesitamos un beso para tener el sabor del otro en la boca, solo debemos de quererlo, saberlo y dejar que nunca se pierda, seguirlo con el corazón fuera del agua, fuera del tiempo y siempre en el mismo momento, cruzando nubes y falsos anhelos, dejando ver que siempre es más fuerte nuestro deseo y aquel infinito roce de nuestras almas que siempre serán uno con el viento.