Anoche

Volemos juntos atados a un sentimiento, guiados por tus dos ojos negros y mil deseos que no se quieren quedar en palabras y brincan de mi lengua a la tuya, peleando por saborear el elixir de tus ganas y la fuerza de tus besos,  caricias lentas y perdidas, buscando la manera de cubrir toda nuestra geografía, explorando partes prohibidas, partes rendidas al calor, partes que son tuyas y también son mías, suspiros lentos, respiración conjunta que nos dejan al borde del desmayo, ese juego tierno y perverso de perdernos entre sueños, entre saltos de vidas perdidas que al final de la noche son siempre nuestras, cuentos sin terminar con el mismo final, sudores en la piel que nos piden siempre más, siempre a los dos, siempre sin pudor y con nada más en la boca que el propio corazón, un latido de dos, un destino sin razón.