Realidad

Nos tenemos a la distancia, nos comemos con la mirada, no hacemos más que desearnos el uno al otro y comenzar este cruel juego de nuevo, somos indiferentes, somos extraños, somos los de siempre, viviendo un tiempo diferente cada quien, en donde solo los destellos del azar nos dejan ver lo que el uno tiene del otro, lo que aún conservamos o siempre tuvimos, ahora no es tiempo de buscar el porque?, solo es tiempo de vivir el segundo, de besarnos sin tocarnos a la distancia y ser los dos extraños que se aman demasiado como para encontrarse en otra vida.