Noche
Y en un segundo ya estábamos abrazados, mas fundidos que el primer beso, mas nosotros que la noche y las estrellas, tan solo los dos en este mundo, conociendo todo el uno del otro sin hablar, haciendo de todo menos respirar, llegar juntos a todos los rincones de nuestro amor, esperar a que el aliento llegara al ritmo de nuestro corazón, reviviendo así nuestros cuerpos y haciendo que regresaran al momento justo en que los dejamos y con ese abrazo eterno que nos lleva al principio y así en un parpadeo ya llevábamos una vida juntos, un camino de la mano, unos besos eternos.
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