Mía

Conservo en mi mano aquel beso que me enviaste cuando te despedías, no he querido tomarlo para no perder tu aroma y esa pequeña parte de ti que se quedó en este gesto, en mi mente aún te observo tan bella y etérea como la primera y ultima vez que nos vimos, claro y todas las que veces tú me mirabas con esos ojos color avellana, mis dedos recuerdan cada centímetro de tu piel, pero siempre anhelan más tomar tus manos, guiarlas por el camino y saber que aunque estaba equivocado tú seguías conmigo, aún conservo tu adiós y vivo con el a cada momento, esperando eternamente que a él si se lo lleve el viento.

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