6.4
Tus labios negros solo se pierden en la inmensidad de la oscuridad de mi mente sin recuerdos, solo danzan al compás de un reloj descompuesto y sobreviven al fugaz intento de recuperar lo que una vez fue mi vida.
Labios tuyos, tan míos como un beso robado, desperdiciando el florecimiento de la carne y aprovechando que no hay cura para esta enfermedad que muchos llaman deseo.
Labios próximos que siguen estando en donde recuerdo, que solo voltean y se mueven haciendo del momento el sensual segundo, en que me tomas todo y me abandonas siendo nada...
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