Ella 1.7

A la tierna luz de esa lámpara que nos mira con recelo, que se pierde a lo largo de la calle y se pierde también de nuestros mejores besos, a través de ella queda el destello de nuestros ojos que se observan detenidamente y sin tiempo hasta que la luz del día aparece, recorremos los caminos sin tino y sin rumbo fijo, solo dos siluetas que se pierden en cada esquina y se reencuentran a la luz de cada casa que no está tranquila, esas calles que recorremos juntos por las noches de faroles apagados, de besos tronados y de caricias contenidas, esas calles que son mudos testigos de nuestros ardides de cada 100 pasos, que no tienen memoria de los amantes que antes de nosotros pasaron, esos tiempos que son perdidos pero son tuyos y míos en cada destello, en cada risa y en cada parpadeo, así te miro tranquila en esa luz sencilla que me muestra tu gran belleza, sigue conmigo el camino sencillo, mal alumbrado y vacío, que no me hace sentir nunca solo, si solo voy contigo.