Contigo

Primero dejamos caer la pena, misma que se llevó al miedo de vernos a la cara a la luz de cualquier luz, después solo las manos hicieron posible que la electricidad recorriera desde el meñique del pie izquierdo hasta el cabello mal recortado en mi nuca, dejando solo chispas de energía entre tocar aquí y allá, buscar el lugar en donde tú respirara aumentaba, quedarme jugando en aquel centímetro de piel en donde surgía un ligero suspiro, perderme en ese momento sin tiempo y con ganas de seguir buscando, tocando y dejando que tus dedos me guiaran, marcando el camino para la lengua y unos besos nada inocentes, llevando ciertos lugares de saliva, que permitían que el aire se acurrucara y tu piel y mi piel brincaran por la sensación, obligando a regresar y seguir tomándonos ahora sin luz, sin miedo y sin espacio entre nosotros, reír, llorar, morder, hablar sin mover la boca y sin saber qué palabras decir, nos comimos la noche y parte de la mañana, despertando sin ese escudo del pudor y compartiendo más que la miel del almuerzo, si no compartiendo el aire de los dos y una nueva razón para esperar la oscuridad y la lluvia que se lleva todo lo que no queremos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Multivac dice: Crestomatia

Oportunidad

Ya no hay más