Uno para el otro
Y en una noche cualquiera nos encontramos los dos perdidos, buscando, con miedo, deseando no estar solos, tu caminado a la derecha y yo caminando a la izquierda, lo único que compartíamos era el latido del corazón, ese latido con ritmo acelerado y a la vez pausado, que dejaba ver nuestro miedo y algo más, esa sensación de tener la piel en la espera de una caricia o el palpitar de los labios al desear un beso, así seguíamos caminando, seguíamos queriendo encontrarnos pero sin saber que estábamos cerca el uno del otro, un paso, un latido y cada vez más cerca el corazón, el deseo, el miedo y la pasión, de repente sin imaginarlo solo un árbol nos separaba, la cabeza nos punzaba y la vida se nos escapaba en cada respiración, volvía ese miedo a no saber qué pasa, pero era más el deseo a querer que pasara, rodeamos el árbol y nos miramos de frente, tan frágiles, tan miedosos y tan extraños, nuestras miradas se encontraron después de explorar nuestros cuerpos con la mirada, temblaron y a cada...