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Mostrando las entradas de agosto, 2025

Motivo

Tan solo fueron diez segundos para perderme en tus ojos, dejarme arrastrar por el remolino de tu cabello y entrar en la locura de mis recuerdos. Tan solo fueron diez segundos para encontrar el sentido de la vida, respirar el aroma del deseo y morir siempre en el intento de cada parpadeo, con el temor de perder tu imagen. Ahora quiero diez segundos cada vez, para que en esos lapsos se construya una eternidad. Esperaré lo necesario y pagaré el precio del destino para ser yo el único mortal que reciba tu beso divino y vivir atado a ese ciclo sin fin de tu belleza y tu amor, hasta el fin de los siglos.

Así

Noche de desvelo, buscada a propósito, pensando en tus palabras y volando entre tus anhelos. Tocando el cielo, acariciando estrellas; eso es lo que tengo y eso es lo que quiero. Tus ojos, tus labios, tu voz al pronunciar mi nombre… lo demás, todo lo demás, nace en un deseo.

Así es

  Te quiero porque lo siento, y porque no encuentro palabra más poderosa. Te quiero porque eres tú, y no me imagino al lado de otra persona. Te quiero porque, sin decirlo, me haces saber que tú también lo haces. Te quiero porque juntos somos uno, y siempre seremos amantes.

Duda

 A veces me pregunto si somos una estrella que no quiso caer, suspendida entre constelaciones que olvidaron su nombre. Tal vez seamos dos cometas que se cruzan solo una vez cada mil años, dejando una estela breve pero inolvidable. ¿Qué somos? ¿Un parpadeo en la vía láctea? ¿Un poema escondido entre los anillos de Saturno? Cuando pienso en ti, me siento trompo girando en tu recuerdo, y tú pareces un balero que no termina de aterrizar en la palma del corazón. Jugamos sin tocarnos, como si fuéramos parte de un juego antiguo que nadie recuerda cómo se gana. Y sin embargo… a veces creo que somos personajes secundarios de una novela que alguien olvidó terminar. Amores que se rozan entre páginas, buscando una historia donde sí se den el beso. Somos tal vez un globo de cantoya atrapado entre las nubes y un cielo que no sabe si dejarlo ir o abrazarlo. Tú, con tus silencios cargados de música, y yo, con mis palabras disfrazadas de estrellas fugaces. ¿Qué somos? No lo sé. Pero si algún día el...